Haití y Marruecos: sus victorias antes del Mundial Femenil

Es la primera vez que un mundial femenil se juega entre 32 países. Aunque todas las trayectorias para clasificar son dignas de contarse, las de Marruecos y Haití —debutantes al igual que Zambia, Panamá, Filipinas, Vietnam, Irlanda y Portugal— ya son ejemplares. Su presencia nos recuerda que, pese a las condiciones adversas en sus sociedades, estas futbolistas lograron su sueño e inspiran a millones de niñas y mujeres en todo el mundo.

Las Leonas del Atlas abanderan a Marruecos, y también representan una cultura transfronteriza: son la primera nación del mundo árabe presente en un Mundial Femenil.

Al provenir de un país musulmán, donde las mujeres deportistas son controvertidas por su ‘modestidad’ para conservadores, tradicionalistas y extremistas, sus apariciones públicas suelen generar interés. Pasó durante su entrenamiento abierto del 19 de julio en Melbourne. La agencia AP reportó que asistieron, para ver a las marroquíes, ocho jugadoras de la selección afgana que viven exiliadas en Australia desde el regreso de los talibanes al poder cuyo régimen prohíbe a las mujeres practicar cualquier deporte. 

Las marroquíes llegan bien preparadas. En 2019 su federación inauguró un complejo deportivo exclusivo para sus selecciones de futbol, como parte de una política implementada diez años antes. El subcampeonato de las Leonas en la Copa Africana de Naciones 2022, es el resultado de dicho esfuerzo del que en su momento dio cuenta la BBC Sport Africa.

“Nada es imposible si luchamos y nos mantenemos concentradas”, comentó la capitana, Ghizlane Chebbak, en una reciente entrevista con la FIFA, refiriéndose al papel semifinalista de la selección varonil en Qatar 2022, que también las inspiró. 

Haití y Marruecos

Haití y su victoria contra la adversidad

Del otro lado del océano, en el Caribe, Haití también festeja la presencia de sus jugadoras en este torneo. Las Granaderas hicieron sonar por primera vez en casi 50 años el himno de su país en una cancha mundialista. La última vez fue en Alemania 1974 con sus homólogos varones. 

“Es un motivo de orgullo enorme y lo sabemos”, comentó Melchie Dumornay, la centrocampista estrella, en una entrevista con la FIFA. Tras hablar de la herida de Haití desde el terremoto de 2010 —se estima que murieron más de 220 mil personas— dijo que quieren “hacer más, dar mucha más alegría a los haitianos que nos apoyan”. Arrancaron resistiendo un 1-0 ante la poderosa Inglaterra en su primer juego.

Son un equipo unido: jugaron el Mundial Sub-20 hace cinco años, reconocen sus fortalezas y debilidades y opinan que eso les da una ventaja. Las condiciones en Haití están lejos de ser óptimas. Human Rights Watch advierte que la crisis política, humanitaria y de seguridad pone en riesgo constante los derechos humanos en ese país, pero Las Granaderas —su apodo viene de la histórica unión en la lucha del pueblo haitiano— representan lo que se vive en la Antilla: migración, pérdida y violencia, pero también alegría, resiliencia, unión y esperanza.

Para Leonas y Granaderas, la cancha está llena de posibilidades. Son ejemplo para sus compatriotas e inspiración para miles en todo el planeta. Son más que mujeres jugando futbol.