Zambia y Marruecos burlan su pasado y escriben nueva historia

Superación, creación, honor, compromiso, resistencia, revolución, evolución y crecimiento describen a la perfección el camino que a lo largo de los años y no sólo en el presente ciclo mundialista han encarado en especial las selecciones de Zambia y Marruecos para poder debutar en la Copa Mundial Femenina FIFA Australia – Nueva Zelanda 2023.

¿Qué significa ser mujer en países como Marruecos, donde la población es mayoritariamente musulmana con amplias restricciones para este género o Zambia, donde el 86 por ciento de los habitantes vive por debajo de la línea de pobreza? Ahora bien, ¿qué significará al menos para estas dos selecciones competir por primera ocasión en un mundial femenil? Un deporte que hasta hace algunos años se consideraba sólo para hombres.

Bajo este contexto es que, más allá del aspecto competitivo que por reglamento tuvieron que superar todas y cada una de estas selecciones para poder debutar, nos dimos a la compleja tarea de intentar describir en una sola palabra el camino por el que las hoy históricas debutantes tuvieron que pasar para llegar a la edición de Australia- Nueva Zelanda 2023.

Las Leonas del Atlas

De esta manera, las seleccionadas marroquíes, apodadas ‘Leonas del Atlas’ cargan en la maleta un complicado pasado producto del islamismo, puesto que la mayor parte de la población en Marruecos es musulmana. Aun así, esta camada de futbolistas ha logrado ser el ejemplo para las nuevas generaciones, que, impulsadas por programas internacionales por diversas organizaciones como FIFA, acompañan el crecimiento de este deporte en aquella nación.

La resistencia de Zambia

En el caso de Zambia, la palabra es resistencia y lo es debido a que, a esta gran fiesta histórica, las ‘Cooper Queens’ llegan acompañadas por Bruce Mwape, su director técnico que está siendo investigado por abuso sexual a las jugadoras, en un proceso que inició desde septiembre de 2022 y que incluso se especula, ha dejado a un par de jugadoras fuera del debut mundialista.

A esto se suma el caso de Barbra Banda, la capitana de Zambia, quien es una de las mayores goleadoras de la historia de su país. Se ha puesto en duda su género tras varias pruebas médicas de testosterona que arrojaron niveles altos.